jueves, 16 de septiembre de 2010

Amorosa



Yo te he visto a esa hora fugitiva

En que la tarde a desmayar empieza,
Doblar cual lirio enfermo la cabeza,
La cabeza adorable y pensativa.

Y entonces, más que nunca, sugestiva,
Se ha mostrado a mis ojo tu belleza,
Como en un claro-oscuro de tristeza
Con palidez que encanta y que cautiva.


Y es que en tu corazĂłn, antes dormido,
El ave del amor ha hecho su nido
Y entona su dulcĂ­simo cantar.

Y al escucharle, en ondas de ternura,
Languidece de ensueños tu hermosura
Como un suave crepĂşsculo en el mar.



                                                           JosĂ© Antonio DomĂ­nguez
 

                                                                (Hondureño)

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