Es un sentimiento que ahoga mi pecho, que me está matando de
a poquito y ya no me deja vivir; como quiero, como deseo, volverte a verte,
sentir tu piel, besar tus labios, pero este destino cruel y caprichoso se ha
empeñando en separarme de ti, quizá no era el momento o fue mi falta de madurez
que no pudo competir con tu experiencia, fue mi timidez que no me permitió
decirte lo feliz que me hizo verte, lo feliz que me hizo conocerte, como ese
hermoso sueño, que aún hoy, viendo hacia atrás, no me parece más que eso, un
sueño hecho realidad, donde esa hermosa e inalcanzable estrella fugaz se posó
frente a mí, moviendo mi mundo, moviendo mi vida, pero no fue más que eso una
estrella fugaz que pasó por mi camino y nuevamente crucé la línea a ese mundo
invisible donde no soy nada más que eso, un ser invisible que se cautiva con
esa hermosa melodía que desencadena el resplandor de su voz, pero mi corazón te espera con ansias locas de
volverte a ver, y por fin probar el dulce néctar de tus tibios besos.
ML
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