Mi amor, como quisiera poder escucharte hoy decir mi
nombre, oírte decir cuánto me has extrañado, cuánto me has deseado, tanto como
yo a ti, no sabes cómo quema este fuego abrasador que me calcina por dentro por
no poder tener, este deseo que me carcome el cuerpo por no poseerte, aunque me
siento tuya, me siento tan ajena, tan distante tan deseosa, tan cobarde, tan insegura,
tan impaciente, tan celosa.
Y es que solo tú puedes calmarme, saciar esta sed que
me está consumiendo, calmar este tonto corazón que por ti se enloquece, que por
ti vive, que por ti llora, llora porque te extraña, como te extraña mi piel,
como te extraña mi alma, como te extraña mi ser.
Que cruel destino me ha tocado vivir, tenerte tan
cerca y ahora victimas de nuestros errores, de nuestros temores, pero sigo
firme en mis sentimientos, en mis deseos, mi corazón te espera, mientras mi
cuerpo te desea, te extraña y te anhela.