Si, a mi aún constante inestabilidad emocional, le
sumamos por un lado el hecho que ya había decidido renunciar a El Emperador, a
él, su recuerdo y a la necesidad que me consume por no tenerlo, por no estar en
sus brazos, pero las cosas aún no me salen como yo quisiera, cuando por fin
tomé el valor que me hacía falta, es mi corazón y la vida misma que se
confabulan para traicionarme.
El primer día, aún en Semana Santa, escuché tu nombre, no una, ni dos, ni tres veces,
fueron miles de veces, y me repetí, y me sigo repitiendo, vale la pena?, es
esto una señal divina, para seguir esperando a ese hombre al que no pedí se
acercara a mí, pero llegó y se robó este tierno, duro, loco, tonto y traicionero
corazón.
Siempre me ha llamado la atención que, quizá solo a
una persona conocía que compartiera con el su nombre, pero, ahora, lo escucho
todos los días, un programa, un anuncio, una canción, ahí está siempre
presente, martillando mi cabeza, martillando mi corazón, son señales del
universo acaso?, si escucho a mi corazón sin dudas me dirá que sí, espéralo, pero, no
sé qué pensar, tal vez alguna persona de las que visitan por casualidad este
blog me puedan ayudar a entender lo que pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario